Hubo una época en la que el plantiguardia era el compañero ideal de las largas excursiones por la tundra. Construir una cabaña, pescar, recolectar miel sin protección: este pueblo civilizado tenía, por lo que parece, todas las claves para asegurarse la supervivencia. Pero visiblemente no tenían el remedio milagroso contra la desglaciación que los ha puesto enormemente en peligro...

¡Shhhh! ¡Más bajo! Así... Nos susurran al oído que el lugar está lleno de susurradores. Dirigidos por Susurrón I, estos últimos solo sueñan con una cosa: ¡despertar a Grampar y utilizarlo para conquistar el mundo! Su arma preferida: unas melodías que se meten en la cabeza, capaces de hacerte perder el control por completo.

Caparazón de piedra y mirada penetrante: ¡Solo los/as aventureros/as más valientes no huirán ante ellos! Los escapatarazones, antiguamente habitantes de una Sufokia que se ha llenado demasiado de arena para su gusto, han acabado encontrando refugio en el corazón de la piedra. ¡La prueba, si hacía falta una, es que Grampar no tiene cosquillas!